Los tres tamices de Sócrates

Acabamos de regresar de un viaje maravilloso,  lleno de múltiples  aventuras, y,  lo que es más, con gente maravillosa… La vida es hermosa, eso es evidente, es importante   amar el momento presente que nos alimenta y nos hace más fuertes  para hacer frente a lo que pueda  suceder.
Entonces, ¿por qué estamos, en los llamados círculos espirituales, tan  inclinados a juzgar a los demás  en lo que dicen, hacen o no hacen?
Es que ¿El hedor de la vieja tierra que se agita, nos sigue perturbando  hasta tal punto?
Ya no es tiempo para dividir, decidir, juzgar, el mundo  lo ha hecho bastante, y  ya vemos dónde estamos… Los seres del Gobierno mundial  tienen un mismo objetivo: el poder, y para conseguirlo, son capaces de unirse fuertemente a pesar de sus diferencias.
¿Seríamos capaces de hacer lo mismo?
En nuestro viaje, nos encontramos con seres de paz. No se pavoneaban de llevar un apellido ilustre, no se llamaban ni  María Magdalena ni Jesús, ni nadie conocido. No eran más que ellos mismos y eso hacia su grandeza.
Me gusta mucho esta historia, y la quiero compartir:
Un día, alguien encuentra a Sócrates y le dice: ‘’ ¿Sabes lo que acabo de oír  sobre tu amigo?’’
-Un momento contesta Sócrates,  antes  quiero hacerte pasar la prueba de los tres tamices.
 – ¿Los tres tamices?
- El primer tamiz es el  de la verdad. ¿Has verificado si lo que me quieres contar es cierto?
- no, solo he oído hablar…
- Entonces, no sabes si es verdad.
- Intentemos filtrar con otro tamiz, el de la bondad.  ¿Lo que me quieres contar sobre mi amigo, es algo bueno?
-¡Oh no, todo lo  contrario!
- Así que me quieres contar cosas malas sobre él y  ¡ni siquiera estás seguro de si son verdad!      
- Quizás  puedas todavía pasar la prueba  porque queda un tamiz, el de la utilidad. ¿Tiene algún  interés contarme lo que ha hecho mi amigo?
- No, en realidad, no.
-Entonces, concluye Sócrates, si  lo que tienes que contarme no es ni verdadero, ni  bueno, ni útil, ¿por qué me lo quieres contar?

—Palabras de sabiduría de Sócrates.
Y para terminar esta misiva  voy a contestar a tres preguntas que encontré en mi buzón de correo cuando llegué:
    •    No, no  formo una pareja sutil con Daniel Meurois, y no nos encontramos en el astral  porque no trabajamos sobre los mismos temas.  El hecho en sí no es bueno ni malo, simplemente es así.
    •     Los Solares son seres de un nivel  extremadamente  elevado (en comparación con el nuestro) y viven en el Sol, no a nivel físico, sino  a nivel sutil. Los Venusianos, con quien tengo  contactos muy  frecuentes, los conocen bien, y ellos mismos contactan con ellos.
    •    Quiero añadir  que  los periodistas anunciaron que los restos del avión desaparecido de la Malasia Airlines, habían sido  encontrados. Poco de nuestros lectores han preguntado sobre el tema, porque saben, como yo, que  las noticias están hechas para hacernos creer lo que los gobiernos han decidido.
    •    Con cariño, os deseamos un hermoso fin de verano, a todos y todas, más allá de nuestras diferencias.

Anne  Givaudan.